martes, 23 de septiembre de 2014

El cuerpo

La exposición “Semillas de vida. La sexualidad en Occidente” se exhibe desde el 9 de julio y hasta el próximo domingo 28 en el Museo del Templo Mayor en la ciudad de México. Reúne 180 piezas de culturas prehispánicas realizadas entre el año 200 antes de nuestra era y el año 600, procedentes de los actuales estados de Colima, Jalisco, Michoacán, Nayarit y Sinaloa, de las colecciones del Museo Regional de Historia de Colima, el Museo Regional de Guadalajara y el Museo Regional de Michoacán, los tres del INAH, y del Museo Soumaya.

Son piezas de cerámica, concha y piedra, agrupadas en diferentes núcleos temáticos, que muestran cómo se representaba artísticamente la sexualidad en Mesoamérica más allá de su necesidad puramente reproductiva. “Lo femenino se asociaba con la germinación, el agua, el frío, la oscuridad, la debilidad y la muerte, lo masculino con la maduración, el fuego, el calor, el cielo, la fuerza y la vida. Esta exposición muestra una concepción de la sexualidad en la cual lo opuesto sirve de complemento”, dice la presentación del museo. El hombre y la mujer como seres complementarios, sensuales y fecundos.

El cuerpo humano aparece siempre como una figura muy real. En el centro de Mesoamérica la sexualidad es más abstracta y con otras connotaciones, “en el Occidente la sociedad está muy inmersa en sus cuestiones naturales, con su cosmovisión muy precisa, sin llegar a abstracciones muy profundas”, explica el arqueólogo Daniel Ruiz Cancino, del Museo Regional de Guadalajara, curador de la muestra. Las representaciones de parejas en el Occidente son constantes, aunque muy pocas muestran actos sexuales explícitos.

Como un interesante contrapunto hace un par de semanas terminó la exposición “Diálogo con el espejo: la belleza, ¿una obligación?” en el Museo del Objeto del Objeto, en la colonia Roma de la ciudad de México, que cuestiona “el concepto de belleza a partir la industria publicitaria, la cosmética y la de productos de higiene”. Nuestro cuerpo es un mensaje.

(Columna "De cultura", se publica el martes 23 de septiembre en El Sol del Centro y en otros seis diarios de Organización Editorial Mexicana).

jueves, 26 de junio de 2014

El lugar de la esperanza

Texto de Sarahí Montañez Cervantes, del Taller de Periodismo Cultural del Centro de Investigación y Estudios Literarios de Aguascalientes, leído en la tertulia por el fin del ciclo de talleres el jueves 26 de junio de 2014.

¡Hola! Buenas tardes a todos. Soy Sarahí Montañez, y he venido acá a platicarles sobre el Taller de Periodismo Cultural.

Me gustaría compartirles que yo entré a este en un momento de mi vida en que me supe perdida, perdida hasta de mí. Al inicio, me resultó muy irónico haber seleccionado este taller, porque yo dejé, hace un año, la carrera de Medios de Comunicación… por varias decepciones que estos me causaron. En la primera sesión, el 19 de febrero, pensaba: ¿qué carajos haces acá, pues? Al término de esta, supe que el taller era un camino en mi desubicado andar… y sabía que iba a llegar a algún lugar, ¿a dónde?, no sabía… pero caminando ya estaba.

Ese primer día, el maestro nos estaba dando la introducción al periodismo cultural, y anoté cuatro cosas:

-Encontrarnos con nosotros.
-Encontrarnos con los otros.
-Que se encuentren en mí.
-Encontrar un espacio en común con el universo diferente.

Comentamos qué es periodismo y discutimos qué es cultura. Cultura eres tú, cultura es usted, cultura son ustedes, soy yo, somos nosotros. Cultura somos todos. Y ahora, ¿cómo hacer periodismo cultural? Íbamos sabiendo los géneros periodísticos, comenzábamos a saber las teorías y las tácticas… pero había que ver los hechos, había que comenzar la práctica. Había que salir a encontrar las historias, a saber las diferentes realidades y encontrar el espacio en común. El profesor siempre nos mencionaba a la calle como un universo de ruidos sutiles.

Hablábamos siempre de la ética en el periodismo, de saber mimetizarnos, renunciar a los discutibles y narcisistas beneficios de la hipervisibilidad a favor de las bastante más útiles ventajas del anonimato. ¡Los cínicos no sirven para este oficio! Hay que hacer un sincero trabajo. “Cuando el periodismo se transforme en una línea de montaje en la que primero se escribe, después se imprime y al final se archiva, es buen momento para comenzar a dedicarse a otra cosa”, dice Leila Guerriero. Y Ryszard Kapuściński dice que “el verdadero periodismo es intencional, aquel que se fija un objetivo y que intenta provocar un cambio”.

Cuando fui a un taller de serigrafía artesanal, para hacer mi primera nota periodística, un compañero me preguntó entre risas: ¿y sí se publican esas notas? Entonces le conté sobre la Orquesta del Titanic, recordando aquel texto de Arturo Pérez-Reverte que leíamos en la segunda sesión.

En tiempos como los de ahora, cuando los periódicos reducen las páginas de Cultura a la mínima expresión y además las ocupan en la colección de primavera de Danti y Tomanti... la existencia de fulanos y fulanas que no se resignan y siguen dispuestos a contarle a la gente la historia de los libros que se publican, las exposiciones que se inauguran, la música que es posible escuchar, la otra poesía, las bibliotecas callejeras… la existencia de estos fulanos y fulanas es más necesaria que nunca.

Ésa es la Orquesta del Titanic, “la orquesta que suena no para adormecer conciencias, sino como compañía y alivio de muchos. Como último bastión. Como analgésico que no quita la causa irremediable del dolor, pero lo alivia”.

En el taller supe que las páginas de cultura son como la esperanza… están hasta atrás, en la esquina y hasta abajo. Pero están, descansando en el lugar en que menos te lo esperas. A veces la ciudad se ensucia y no vemos con claridad, pero si miramos fijamente ahí está. Donde menos te lo esperas. Y los periodistas culturales somos los traficantes de esperanza.

Tenemos el periodismo que merecemos… y yo tengo un sueño: armar una Orquesta muy grande y sincera. Y, considerando al periodismo como otro camino de lucha, todos podemos formar parte de esta: preparándonos en el próximo taller o exigiendo, como lectores, a nuestros periodistas.

¡Muchas gracias, y que el próximo sea de sus mejores momentos!

viernes, 7 de febrero de 2014

De ProArte a DidáctICA

DidáctICA, el programa que sustituye a ProArte, se inicia el lunes 10 de febrero en "puntos específicos" de la capital y los municipios del estado, con "alrededor de diez maestros especialistas en artes visuales y música", informó la directora general del Instituto Cultural de Aguascalientes, Dulce María Rivas Godoy.

El nuevo programa será para elaborar instrumentos, crear ensambles musicales, utilizar el cuerpo como medio de expresión o contar historias propias a través de la literatura, con actividades gratuitas para todo público, en horarios fijos con grupos matutinos, vespertinos y de fines de semana.

También comprenderá "visitas lúdicas a los museos y galerías del instituto", con “maestros capacitados, que estarán de planta con horarios fijos”, con lo que se espera aumentar 30% la afluencia no sólo de niños de escuelas preescolares y primarias que son los principales visitantes: se buscan nuevos públicos, como jóvenes universitarios y adultos jóvenes de entre 18 y 35 años.

En las casas de la cultura municipales se programarán puestas en escena, conciertos y exposiciones plásticas gratuitas, y talleres con mensualidades menores de $10. Posteriormente, "a mitad de año", se iniciará un programa de visita a la capital.

Según la funcionaria, ex directora de museos y galerías del ICA y ella misma especialista en artes visuales, “tras fuertes críticas y problemáticas diversas, después de un largo y laborioso estudio” fue que desapareció ProArte, convirtiéndolo en DidáctICA, basados "en las necesidades actuales de la cultura y las artes en el estado: sólo se atendía a una parte de la población, los niños, y teníamos que crecer pues nuestra obligación es atender a todo el estado".

Pero el secretario general del Sindicato de Trabajadores del Instituto Cultural de Aguascalientes, Juan Manuel Rodríguez Medina, insistió -el viernes 7 de febrero- en que la desaparición de ProArte, programa de iniciación artística en las escuelas que desde el año 2000 mantenía el ICA con financiamiento federal y del Instituto de Educación de Aguascalientes, provocó “lagunas de incertidumbre laboral” en 90 maestros, incluso 64 afiliados al sindicato (dijo que sólo 30 han sido reubicados), quienes “están perdiendo la oportunidad de demandar al ICA por un despido injustificado”. El 21 de enero, el ICA afirmó que se habían recontratado 40, diez de ellos basificados.

Según el dirigente sindical, el ICA “no ha dado ninguna justificación” por el cambio, no presentó sus criterios ni publicó una convocatoria para seleccionar a quienes participarán en el nuevo modelo, y además “se les invita sin (empleo de) base, con los mismos contratos de siempre". Anunció que pelearán prestaciones como ayuda de transporte pues "los maestros fueron movilizados de su sitio habitual de trabajo, a algunos se les está pidiendo que se reubiquen en municipios".

En cambio, la responsable del ICA subraya que más que un conflicto con maestros o falta de recursos Proarte ya debía ser renovado, "pretendimos hacer algo diferente, romper paradigmas". La mayoría de los docentes continuarán, para "utilizar su experiencia y capacitación, ahorrándose el tiempo de búsqueda, capacitación e integración".

La plantilla laboral del instituto es de "más de 300 personas", trabajadores docentes y administrativos, ha informado la directora general. Un número insuficiente, dijo, por lo que "el ICA siempre se mantiene abierto al servicio de voluntariado con los alumnos de bachillerato y universidades que requieren cubrir su servicio social o prácticas profesionales", desde luego no pagados.

La precariedad laboral y salarial de los trabajadores del arte y la cultura se confirmó con el anuncio a 120 artistas colaboradores de ProArte de que desde el lunes 13 de enero ya no se presentaran a las escuelas públicas donde ofrecían talleres de iniciación artística. El argumento oficial entonces fue un recorte de la mitad de los recursos federales que no podría compensar el ICA, administrador del programa.

La secretaria de Trabajo y Conflictos del Sindicato de Trabadores del ICA, Juana Soriano Mendoza, recordó en esa ocasión que los talleristas trabajaban con contratos temporales, sin prestaciones ni seguridad social. El pago por hora de 2000 a 2013 subió apenas de 54 a 57 pesos, antes de impuestos.

El 5 de julio pasado, el secretario general del Sindicato de Trabajadores del ICA, Juan Manuel Rodríguez, aseguró que "más de 200 maestros" que trabajan con contratos temporales en la Universidad de las Artes y el programa ProArte serían basificados a partir del siguiente ciclo escolar, mediante la convocatoria a una revisión curricular por "un Consejo para la Cultura".

Una semana después de esta declaración, y luego de una marcha de artistas hasta la Casa de la Cultura Víctor Sandoval, la directora general del ICA, Dulce María Rivas Godoy, respondió que se había acordado con el sindicato que la basificación sería en etapas, "y ahora se entregarán de 15 a 20 bases". Dijo entonces que no entiendía "por qué están tan desesperados, si ya se había acordado".


ProArte operaba mediante un convenio económico con el Instituto de Educación de Aguascalientes, que todavía en 2007 aportó 2.5 millones de pesos, aunque el programa tenía un costo anual de 13 millones de pesos ($9 mil mensuales en promedio para cada maestro: ninguno de ellos ganaba eso ni de lejos... como que algo se quedó en la burocracia). Desde 2008 desapareció el financiamiento del IEA, por lo que el programa subsistía en 80% con subsidio federal.


¿PARA QUÉ ES EL DINERO?


En el inicio del nuevo año, Dulce María Rivas Godoy dijo que en cada uno de los once municipios existe al menos una casa de la cultura, además de extensiones a algunas comunidades, con lo que en total hay en el estado 29 centros culturales oficiales "más algunas bibliotecas públicas que funcionan como centro cultural".

En 2004 se invertirán 4 millones 168 mil pesos para rehabilitación y mantenimiento de infraestructura cultural en los municipios. Hasta ahora, 3 casas de la cultura y 18 bibliotecas (en Asientos, Jesús María, Rincón de Romos, San Francisco de los Romo y San José de Gracia), y durante el año se trabajará en otras 3 casas de la cultura y en "un importante número de bibliotecas" de las 60 que hay en el estado.

La restauración de la Casa Terán (semidestruida por una explosión el 26 de julio de 2012), que comenzó el 19 de agosto de 2013 con un costo de diez millones de pesos, deberá terminarse antes del 25 de abril, su aniversario, a tiempo para ser uno de los recintos del programa cultural de la Feria Nacional de San Marcos.

El presupuesto del Instituto Cultural de Aguascalientes en 2014 será de 163 millones 93 mil pesos aportados por el estado, 18 millones 260 mil pesos de ingresos propios, y 32 millones de pesos de aportación federal, además de los recursos etiquetados para el Fondo Estatal para la Cultura y las Artes (un millón 105 mil pesos) y para el Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (un millón 609 mil 659 pesos).

El pasado 28 de agosto, la Secretaría de Infraestructura y Comunicaciones del gobierno del estado anunció “la ejecución de 12 acciones en materia de creación y remodelación de espacios culturales” (en el Centro Cultural Los Arquitos y la Universidad de las Artes, además de la consolidación de la Casa de Cultura en el municipio de Calvillo, y la remodelación de cinco espacios culturales no mencionados), aplicando $40.9 millones de recursos aprobados en el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2013. 

En el presupuesto federal para 2014 se asignaron $98.5 millones para doce proyectos municipales en Calvillo (lo mismo la Casa del Artesano o el Museo Municipal que la restauración del piso de la iglesia), Jesús María, San Francisco de los Romo (un "salón cultural tipo") y San José de Gracia (un teatro al aire libre), y en la capital un teatro al aire libre, la Biblioteca Interactiva de Artes y Oficios, y la primera etapa de un foro cultural en el centro histórico.

Alejandro Vázquez Zúñiga, director desde el 21 de enero del Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura (IMAC), encontró por su parte que la Casa de Animación Cultural Oriente -9 millones de pesos aportados por Conaculta- construida por el anterior Ayuntamiento sobre la Línea Verde, así como el Centro Cultural Refugio Reyes -remodelado con un millón de pesos de recursos municipales- en el centro de la ciudad, entregados en los últimos días de diciembre, son "cascarones vacíos" pues no fueron programados los recursos para su operación cotidiana.

Es el mismo caso de las 19 "Luciérnagas", módulos de policía remodelados como pequeños centros culturales comunitarios, que no funcionarán sino hasta la entrega de los recursos de Conaculta, ya muy avanzado el año.

El nuevo funcionario dice que él también encontró una plantilla "inflada" -de 106 empleados, hasta 136 en la anterior Administración- y salarios "rebasados" -asistentes que cobraban $15 mil mensuales o jefes de departamento que recibían $26 mil mensuales-, y también habla de una "reingeniería", pero advierte -casi tres semanas después de asumir el cargo- que no ha completado su equipo de trabajo.

Cuenta con un presupuesto de $46 millones, pero también etiquetados para infraestructura cultural y no para operación. Y el presupuesto municipal es tan pequeño, dice, que se va todo en la nómina. Así es que confía en la comunidad cultural de Aguascalientes, "que es muy solidaria", y en posibles financiamientos de la iniciativa privada, "para que las empresas devuelvan algo a la sociedad que tanto les ha dado". Tampoco por aquí tienen mucho qué esperar profesionalmente los artistas y gestores culturales.

lunes, 6 de enero de 2014

Lúdica Teatro, diez años

Lúdica Teatro es un grupo multidisciplinario de arte y entretenimiento en Aguascalientes, dedicado al teatro, la animación y el performance, que conjuga diversas técnicas como la pantomima, el clown, los malabares, la danza, la acrobacia y la música. Durante 2014 celebra diez años desde su fundación, ahora replanteando su modelo de trabajo para consolidarse como una compañía estable con un espacio propio. Esta es una conversación con su director, el maestro Cuitláhuac González.

Qué es Lúdica Teatro, cómo lo definirías tú, cómo lo presentarías.

Lúdica Teatro es un grupo de artistas dedicados a evolucionar y a perfeccionar sus herramientas interpretativas. La mayoría somos egresados de la carrera de Teatro, y tenemos herramientas corporales. Es un grupo que se ha inclinado mucho a las técnicas corporales: la danza, los malabares, la acrobacia, la pantomima, el clown. Y el canto, la música. Hemos querido hacer un grupo multidisciplinario pero siempre teniendo de base la cuestión escénica, la cuestión actoral, aunque se han integrado personas que dominan otras técnicas como los malabares o la acrobacia que no tienen una formación actoral pero que se han ido empapando de lo que nosotros hacemos y han ido desarrollándose en ese sentido y se han integrado muy bien en las puestas en escena que hemos tenido.

No es entonces exactamente un grupo de teatro.

No es solamente un grupo de teatro. Nosotros nos dedicamos al teatro, a la animación y al performance con técnicas escénicas. Sería más bien como un grupo escénico.

¿Y siempre lo ha sido, cómo ha evolucionado?

Siempre lo ha sido, aunque en un principio Lúdica Teatro estaba más enfocado meramente a la cuestión teatral, y en 2005 comenzamos a trabajar más hacia esta otra parte de la integración de herramientas acrobáticas, comenzamos a explorar lo de teatro callejero, y nos gustó mucho porque aparte te ponen menos trabas, o hay menos trabas en cuanto a poder llevar a cabo funciones o temporadas con el teatro de calle que con el teatro en un espacio cerrado o formal.

Pero eso te obliga a otra forma de presentarte ante el público, de hecho eso altera tu lenguaje teatral.

Sí, así es, y nos agradó, de hecho esa parte nos obligó a ver otras formas de interpretar y de llevar a cabo el mensaje que queremos montar.

¿Cuál es la gran diferencia entre una presentación en un espacio cerrado, con toda la parafernalia propia del teatro, y el público dispuesto de cierta manera, cuál es la diferencia esencial con el trabajo en calle? Es totalmente diferente, ¿cuál es esa diferencia, por qué les gustó tanto que empezaron a girar en su manera de hacer teatro?

Creo que tiene que ver con disminuir un poco el artificio, el adorno. En calle te encuentras más vulnerable, desnudo, y tienes que forzar la cuestión interpretativa. La cercanía es mucho mayor y mucho más honesta...

¿Y qué dices de esa idea tan generalizada de que lo que se presenta en la calle es porque no tiene suficiente calidad para presentarse en un teatro cerrado? Estamos acostumbrados a pensar que si se presenta en la calle es porque no dan para más. ¿Eres conciente de esto?, ¿cómo lo entiendes?

Yo creo que sí hay una propensión a pensar que los espectáculos, las cosas que se presentan en la calle, no tienen suficiente calidad. Pero eso ha sido quizá por demeritación que han hecho algunos... intérpretes callejeros, no quiero decir artistas porque sucede con el payaso también. Por ejemplo nosotros al ofrecer una animación decimos que es un clown para hacer esa distinción, aunque es lo mismo, es arte del payaso: hacer reir a la gente es un arte, pero la figura del payaso ha sido muy demeritada por estos señores que se presentan en la calle que nada más se pintan, se ponen una nariz de payaso, y hacen los mismos chistes que decimos que es “el pastelazo”, cosas que no están trabajadas.

El “humor Televisa”, las groserías, el insulto incluso...

...el insulto incluso a la gente, burlarse de la gente. Cuando es otra cosa muy diferente, tienes que hacer un estudio sobre el humor y hacer cosas que de veras sorprendan a la gente para que puedas causar la sonrisa, o la risa.

Que es a lo que iba: ¿qué es lo que buscas tú, qué es lo que buscan ustedes provocar en la gente?, particularmente en la gente que los mira en un espacio abierto, que no estaba preparada para verlos, van pasando y se los encuentran y se quedan. Porque es muy diferente al público en un espacio cerrado, hay otras reglas, el público es otro o es el mismo público pero con otra disposición.

Pues esencialmente la sorpresa, sorprender, entretener, divertir a la gente y cambiarles ese momento. Y ya más profundamente lo que nos gustaría es que la gente que nos viera terminara la función y se fuera muy diferente a como llegó: si venía con alguna carga, algún estrés, alguna preocupación, alguna energía negativa, que al terminar nuestra función se fueran con un cambio de energía, que se fueran internamente cambiados.

¿Y esta llegada de ustedes al arte callejero fue casual, alguien la propuso?, ¿cómo sucedió?

Fíjate que fue causal también, porque ha sido siempre complicado poder tener un espacio de representación formal, como un teatro, por todos los trámites y el recurso económico, y nos vimos obligados a empezar a hacer propuestas con menos producción que implicaran menos gastos y apostarle más a la cuestión interpretativa del actor. Que también fue algo que se nos formó en la escuela mucho, se le apostaba mucho al actor.

Yo creo que también porque en Aguascalientes hace falta mucho la especialización, hay muchos directores pero no hay muchos especialistas en dirección, hay muchas personas que con buena voluntad...

¿A qué te refieres?, ¿son malos directores, están mal preparados?

Para no hablar de mal y bien, digamos que están en diferente nivel. Yo creo que está bien que haya teatro amateur, universitario, escolar, semiprofesional, y que haya teatro profesional, y en ese sentido digo que hace falta la profesionalización. Hacen falta tanto directores como productores, escenógrafos, iluminadores, vestuaristas, que tengan especialidad en el área del trabajo escénico.

Han venido de otros lados y han aportado mucho a las dinámicas de trabajo y a la calidad de los trabajos, pero apenas está aquí la Licenciatura en Teatro o la Licenciatura en Artes Escénicas con... por ejemplo la Licenciatura en Teatro te ofrece formación en actuación pero no te la ofrece en dirección o en producción. Tampoco la de Artes Escénicas, aparte es más abierta, quieren abarcar demasiado y no se logra especializar en algo, tienes que terminar una carrera y buscar una especialización.

Hay compañeros que con base en el ensayo y error, la cuestión autodidacta, van aprendiendo y evolucionando su trabajo, pero también hay compañeros que se han quedado en una misma dinámica de trabajo y ya no han evolucionado.

¿Incluso actores que participan en Lúdica Teatro? Es decir, ¿la compañía ha servido como un espacio para que suceda esta especialización que tú esperas de los profesionales del teatro? O de otra forma: ¿cómo se ha integrado el grupo a partir de estas ideas que tú me estás platicando?

Pues sobre todo con ese afán de seguir evolucionando y de seguir creciendo con respecto al arte que cada uno domina. Porque también hemos tenido compañeros que se dedican, que se especializan por ejemplo en malabares y en esa especialización ellos han seguido trabajando, evolucionando, y han empezado a integrar otras áreas a esa especialización como la actuación, la acrobacia, la pantomima, el clown. Para ellos sí ha funcionado estar en grupo trabajando, cada uno de nosotros nos servimos del otro como compañero y como maestro, y como crítico también.

¿Qué tan estable ha sido el grupo, qué tan abierto es para que entren y salgan, cómo comparas en ese sentido al grupo actual con el que inició todo este proceso que has venido platicando, hace diez años? ¿Son los mismos?

Es que hay aquí un paréntesis: el grupo Lúdica Teatro fue iniciado por Érika Cortés en 2004, con otros actores. En 2005 yo me uní para un proyecto de beca para montar “El país de las 100 palabras” con la cual nos fuimos de gira hacia el sur, y ahí comenzamos a ver esta cuestión de involucrarnos más con el teatro de calle.

En el mismo 2005 emperazon a integrarse otros compañeros, y para 2006 trabajamos con el maestro Jaime Guadalupe Posada, quien fue también un gran apoyo para la conformación y consolidación del grupo, y nos invitó a participar en el desfile de la Feria Nacional de San Marcos con unas ruedas acrobáticas que yo le propuse, nos apoyó para tomar cursos de gimnasia para realizar acrobacias en la calle. Y ya después de ese desfile, que nos fue muy bien, le pedimos apoyo y financiamiento al maestro para poder hacernos de ese material y empezar a trabajar para una puesta en escena; nos lo dio a plazos, y a pagarle con trabajo como fuéramos generando ingresos; se portó muy bien el maestro, creyó en nosotros.

Y de ahí surgió “Circolando”, que es una obra que nos ha caracterizado mucho, nos ha dado bastante proyección, hemos ido a varias partes con ella, nos sirvió para consolidar al grupo. De esa experiencia habemos cuatro personas que seguimos en el grupo trabajando pero se han integrado, han venido y han salido otros compañeros.

Nos da mucho gusto que a partir de la integración con el grupo se han motivado para seguir creciendo como artistas, como intérpretes. Tenemos un compañero que está en Puerto Vallarta trabajando para un megaespectáculo de un hotel, y nos da mucho gusto ver cómo ha crecido él en acrobacia: él traía break dance cuando entró al grupo únicamente, era estudiante de Preparatoria, pero en el grupo comenzó a abordar la acrobacia, comenzó a desarrollarse escénicamente, a entrarle también a los malabares, al dominio de los aparatos acrobáticos, y ahora domina otras cosas circenses. Y como él otros compañeros que han seguido evolucionando y creciendo y que se han ido fuera: hay un compañero que se fue a España, por otra razón diferente a lo escénico pero sí motivado a seguir creciendo y evolucionando. Hemos tenido también artistas invitados, que han venido a aportar también mucho.

Entonces, los que llevamos más tiempo en el grupo somos cuatro personas. Hay otros dos que se integraron al grupo, ellos son comunicólogos pero siempre les ha gustado mucho la cuestión escénica y empezaron a trabajar con nosotros como asistentes de producción, poco a poco se han ido desarrollando y se han enamorado y no han querido dejar de lado esta parte artística a pesar de que anden haciendo otras cuestiones con respecto a su carrera.

Me mencionaste dos obras, ¿qué más?

Después de “Circolando” yo tuve una beca del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes con un proyecto que quería desarrollar de un espectáculo unipersonal de teatro de calle, siguiendo la línea del grupo: “El teatro de un juglar”. Ahora es uno de los otros espectáculos que tenemos en el grupo; aunque es un espectáculo unipersonal siempre me apoyo en los compañeros.

Otro espectáculo, que montamos recientemente, es una “Circolera”, que es un espectáculo navideño que creemos innovador puesto que fusionamos la estructura básica de una pastorela tradicional con las técnicas circenses.

Otro espectáculo que tenemos sí fue una producción grande, para un espacio alternativo. Aunque inicialmente estaba contemplado un teatro las complicaciones para llevar a cabo una temporada nos orillaron a otro espacio, y en ese sentido también nos consideramos innovadores, como punta de lanza, puesto que no había habido tantas producciones en ese sentido.

Ahora sí, pero cuando lo hicimos no se había explorado tanto el teatro alternativo en cuanto a ocupación de espacios no tradicionales. Ahora sí, por ejemplo ya está Al Trote, que hace presentaciones en una casa, está Tercera Llamada también... La comunidad teatrera nos hemos visto obligados a buscar otros espacios porque los oficiales no están tan a la mano.

La obra de la que te estoy hablando se llama “Segiz o la historia del príncipe dormido en la torre del dragón”, de Verónica Maldonado, quien es la autora y fue la directora. Con Verónica Maldonado nosotros tuvimos un encuentro en un diplomado de creación de espectáculos para niños en Mérida, Yucatán, y de ahí hicimos buenas migas, ella se interesó mucho en lo que nosotros estábamos haciendo con respecto a las cuestiones corporales. Después tuvimos otro encuentro en 2006, platicamos todavía más del proyecto y la idea que ella traía de hacer una historia un poco a manera de homenaje de “La vida es sueño” de Calderón de la Barca pero con una adaptación diferente dirigida hacia los adolescentes, y con esta idea de atraerlos y captar su atención tenía que ser una propuesta muy dinámica, con una estructura muy grande tal que podíamos los actores trepar y hacer acrobacias en ella, y el vestuario con una tendencia gótica, oscura.

Se logró también gracias a una beca que pudimos obtener del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes como apoyo a grupos artísticos, y pudimos traer a Verónica Maldonado a Aguascalientes a montar el espectáculo, y a otro actor, Mauricio Andrade, que trabajaba en el DF. Fue una producción muy grande, muy difícil, pero creemos que sí fue muy contundente, de bastante calidad; logramos hacer una temporada de catorce funciones con muy poco apoyo, he de decirlo, de las autoridades pero a fin de cuentas logramos llevarla a cabo. Ese proyecto, la verdad, hubiera sido muy bueno para dar una temporada mucho más amplia, con las Secundarias, las Preparatorias, las Universidades, por la temática que abordaba, por la forma de ser abordada, y porque era un trabajo local. Pero sólo obtuvimos el espacio, que fue una de las bodegas de Tres Centurias que estaba abandonada y que nosotros acondicionamos, contratando gradas, consiguiendo luces, mamparas, y consiguiendo que no nos cobraran por el espacio porque había entonces la dinámica de cobrar el 30% por presentarse en una instalación del Instituto Cultural de Aguascalientes, lo cual nos parece todavía algo injusto, ilógico: que te cobren por trabajar, por ocupar los espacios que ellos mismos deberían estar usando para dar espectáculos a la sociedad, finalmente estamos haciendo la chamba que ellos deberían estar haciendo, produciendo espectáculos y ofreciéndolos a la gente.

¿Qué quiere ahora Lúdica Teatro, qué es lo que se imagina haciendo en un futuro más o menos próximo, cuál es su sueño?

Es algo que compartimos con otros grupos de teatro, con otros colegas: hacernos de un espacio propio, donde podamos hacer y deshacer pero siempre en busca de mejorar y de aumentar la calidad de los espectáculos que ofrecemos, que las experiencias para el público sean experiencias mucho más profundas, mucho más contundentes. Que el público valore y que se sienta satisfecho de haber salido de su casa, tomado un transporte, dejado de hacer alguna cosa, invertido en un boleto para tener esa experiencia artística.

¿Y en cuanto a creación artística, formación de actores, formación de públicos, en cuanto al futuro profesional artístico del grupo, en qué están trabajando ahora, qué es lo que se tiene más próximo?

Tenemos la obra “Circolando”, que “recargamos”, ahora es “Circolando recargado2”, se incluyeron nuevos personajes y nuevos ejecutantes, nuevos intérpretes, y pensamos moverla, mostrarla a la gente. Y seguir yendo a festivales, tomar cursos y talleres, tratando de compartir ese conocimiento.

Vemos a compañeros que están estudiando ahora, particularmente en la Licenciatura en Teatro, que vienen con mucho entusiasmo, con mucho talento también, muchas ganas de hacer cosas, y estamos visualizando que van a enfrentarse a lo mismo a lo que nosotros nos enfrentamos a la hora de salir: a dónde van a encaminar sus pasos, quién va a contratarlos, a dirigirlos, a producir sus obras, y en ese sentido nos gustaría ser una opción para ellos, para su formación o para su mantenimiento interpretativo, para otorgarles nuevas herramientas que vayan haciendo crecer su arte y por lo tanto su calidad. No importa tanto si finalmente montan con nosotros o no un espectáculo, pero que eso que nosotros logremos dejar en ellos se refleje en los demás espectáculos, y por lo tanto vamos a empezar a generar ya como comunidad estatal de teatro espectáculos de mucha más calidad y mucho más reconocimiento.

sábado, 28 de diciembre de 2013

Mil y un días "De cultura"

6. A quienes estén siguiendo esta entrada: Toda la última semana de enero, después de mi fortísima gripa -¡y de mi cumpleaños!-, apenas toco el libro, hasta que por fin logro destrabarlo el domingo 2 de febrero. Demasiado retraso. Y un cierto desánimo general que termina por inmovilizarme, sea por Dios.

Acelero un poco -muy poco- el siguiente fin de semana, con mucho desorden. Inesperadamente, en un par de sesiones intensas termino la compilación el viernes 14 de febrero. Así lo anuncio, así lo celebro: "En una breve pero emotiva ceremonia, hoy he terminado la compilación de mi libro 'Mil y un días De cultura'. Ahora va a la diseñadora -mi hijísima- para ponerlo guapo y bien legible. Pronto estará en circulación, ¡tengan preparado el cochinito!"

El sábado 15 termino la revisión definitiva del primer capítulo. Y vuelve a parecerme que, sí, suena bien, será un buen libro que merecerá buenos lectores.

El domingo 16 apenas hago algo, pero el lunes 17 envío el primer capítulo compilado y revisado a Claudia, mi diseñadora editorial. (Qué emoción). También incorporo las  seis columnas publicadas en este año -un buen cierre porque el libro termina con la definición de las políticas sexenales-, y hago la revisión definitiva del segundo capítulo. Mientras Claudia empieza a trabajar. ¡Salud!

5. Una semana enfermo por una muy fuerte gripa me hizo detenerme, y no termino de recuperar el ánimo para continuar plenamente, así es que hoy -lunes 27 de enero- apenas estoy retomando el principio de la compilación de mi libro en donde la había dejado: en la página 15. No he cumplido mi ofrecimiento de dejarlo listo en un mes, pero ¿cuál es la prisa? Sin embargo, hasta aquí ya se deja leer bastante bien. Tal vez me animaré a publicarlo parcialmente para que -ojalá- me digan cómo les suena.

También iniciaré la indagación sobre presupuestos de impresión, lo más probable es que lo haga como autoedición o edición de autor, será también mi inicio en el oficio de editor, tantas veces imaginado. ¡Vamos!

4. La primera gran noticia es que mi hija, Claudia María, hará el diseño editorial del libro. ¡Gracias!, me emociona.

El jueves 16 de enero inicio el índice de columnas publicadas, lo que es muy útil porque confirmo la decisión de organizar el libro en los siete capítulos ya definidos, con subtemas que subrayan mis preferencias temáticas y revelan su vigencia. Mantengo el inicio el libro con mi primera columna publicada.

Hago algún cambio de orden, y descubro la inevitable repetición de nombres para las columnas (así como las columna deben tener dos mil caracteres, ni más ni menos, los nombres de las columnas tienen que ser muy cortos, por exigencias editoriales del suplemento donde se publican). Creo que el libro se dejará leer muy bien.

En el primer día avanzo sólo el primer capítulo -37 columnas en cinco subtemas- pero entiendo la lógica de lo que hago y establezco un ritmo de trabajo que me permitirá terminar este ejercicio en dos o tres días más. Apenas el segundo día, el viernes 17, termino el índice de columnas publicadas, ya tengo una visión completa. Puedo empezar a editar.

El número total de páginas queda en 92 más 6 (se reduce por la primera edición del borrador, en la que elimino nombres y fechas, pero aumenta precisamente por los índices). Veo que está siendo más bien un librito.

3. El jueves 9 de enero retomo la edición. Termino de repasar todas las publicaciones de estos tres años durante el fin de semana, y así ahora puedo iniciar la compilación como tal. El viernes 10 agoto todo el año 2011, el sábado 11 todo el año 2012, y el domingo 12 todo el año 2013: ahora tengo 104 páginas en siete capítulos ya definidos.

También averiguo sobre el ISBN y el registro del derecho de autor, empiezo a imaginar el prólogo y una portada, y valoro formas de edición, incluso una edición de autor. (O, por qué no, si ya vuelo: el inicio de una editorial propia).

Encuentro que es muy bueno releer todo lo escrito entonces, me gusta confirmar la consistencia de los temas y los argumentos, me gusta reanimar viejas ideas siempre vigentes. Naturalmente toma forma el libro, sé que está siendo un buen libro, ojalá que encuentre pronto a sus lectores. Todavía no es una compilación como tal, pero el texto ya está en el orden adecuado y bien organizado. Me gusta.

2. El sábado, 4 de enero del nuevo año, descubro que mi archivo está incompleto, al menos hasta abril de 2011 -mi mudanza a Aguascalientes-, así es que por lo pronto debo capturar alguna columna más, además de las que -el domingo 5- rescato del correo electrónico. En total tengo 160 columnas. Que hasta ahora dan veinte páginas de lo que ya está pareciendo un libro.

En el inicio de la compilación parecen haberse establecido siete capítulos, tal vez con estos nombres pero todavía no estoy seguro de que en este orden: El libro, la lectura, nuestra lengua; La radio es de quien la escucha; La formación de los públicos; La vida de los creadores; El espectáculo de la cultura; El peso de la burocracia; La cultura cotidiana y el futuro cercano.

1. El domingo 29, quise iniciar con la revisión de mis primeras diez columnas, desde el martes 5 de octubre de 2010, pero sólo encontré aquella inicial. Las otras diez de ese año he de volver a capturarlas, pero por lo pronto esto altera mis cuentas y por ejemplo resultó falso mi anuncio de la centésima columna publicada, el 10 de junio pasado. Por cierto, los "mil y un días" del título no son estrictamente exactos -son exactamente 1,183 en el último día del año-, pero es que evidentemente quiero jugar con la idea de que son muchos días, al menos los suficientes para ensayar una visión panorámica (incluso un cambio de Administración federal).

Cuando tenga estas primeras once columnas iniciaré la compilación, manteniendo un orden cronológico pero introduciendo además un criterio temático. Con base apenas en las dos primeras encontradas aparecen dos posibles capítulos, Lectura y Políticas federales. O algo así, porque en el curso del trabajo se revelarán títulos más elocuentes y más atractivos.

El lunes 30, al cabo de la primera sesión de compilación, reviso las primeras once columnas (todo 2010) y siento que puede ser un libro interesante. Como otras veces, me gusta -me estimula- esta arqueología textual. Me gusta encontrar viejos textos -encontrarme en viejos textos-, me gusta releerlos, me gusta la idea de que alguien más los leerá: quiero iniciar una buena conversación. Los (breves) textos se ordenan casi naturalmente en los grandes temas que me han interesado (la exigencia editorial, a la que pronto me acostumbré, es de exactamente dos mil caracteres). Para los capítulos encuentro títulos que me suenan apropiados pero todavía provisionales. Me gusta cómo crece la cosa, hasta diez páginas sólo en esta primera jornada de compilación. Sí, puede ser un libro interesante.

Revisaré mis columnas semanales "De cultura", que publico desde octubre de 2010, para compilarlas en un libro en el que quiero escribir -como periodista cultural- sobre políticas públicas aplicadas al arte y la cultura en México, con la perspectiva de alguien que vive y trabaja en Aguascalientes, y que quiere mantenerse abierto hacia el mundo y hacia el futuro. En este espacio, quienes así lo quieran, podrán acompañarme (ojalá que con sus críticas) desde hoy -sábado 28 de diciembre de 2013- en el proceso de composición del libro, que espero tener listo para su lectura antes de un mes. Gracias por su compañía.

viernes, 29 de noviembre de 2013

El "moche" y cómo lograrlo

Ahora que ha terminado de definirse el presupuesto federal para el próximo año, con los correspondientes lamentos por la disminución del gasto de casi todas las dependencias gubernamentales dedicadas al arte y la cultura -aunque el 80% será para la nómina de su enorme e ineficiente burocracia-, es pertinente llamar la atención hacia el gran hoyo negro que han sido desde siempre los así llamados “recursos etiquetados” que es donde más frecuentemente se ceban los grandes vicios del gasto público: retrasos, subejercicio, negligencia, despilfarro. Y corrupción. Aquí, la historia de un caso reciente de discrecionalidad, denunciado repetidamente durante los últimos años pero ahora acompañado por una petición apenas disimulada de “comisión” para financiar un proyecto cultural con dinero público.

Sucede en el Instituto Cultural de Aguascalientes. María Concepción Ramírez Gómez es formalmente la directora de promoción y difusión del ICA, pero se presenta como Connie Ramírez, “directora de comercialización”, y en los hechos, desde hace ya bastantes años, es la coordinadora de programación; en todo caso, ella es quien tiene el poder para determinar qué artistas son contratados, y cuáles no.

A mediados de este año, el joven músico aguascalentense de pop Naím Yubal, creador de Musité (grupo con el que en febrero pasado produjo el disco “Sin regreso”, por cierto sin ninguna participación de dinero público) y actualmente parte de Lily Pop, guitarrista, cantante, compositor, arreglista, productor -y con ese carácter admitido como participante en el Diplomado de Industrias Culturales, convocado el año anterior por el ICA en la Universidad de las Artes-, se enteró de que había disponibles un millón de pesos para el área de música.

¿Quién decidió cómo se usarían estos recursos federales, entregados por Conaculta? Connie Ramírez, quien en su momento explicó que la mitad se destinaría a traer a dos grupos extranjeros, la cuarta parte para otros tantos grupos nacionales, y la cuarta parte restante para apoyar a nueve grupos locales. Ningún argumento para justificar esa proporción, ninguna convocatoria pública para ejercer tal presupuesto.

De éste fondo Naím Yubal supo casi por casualidad, como es lo habitual. Siempre que un creador o promotor se acerca a una autoridad del ICA en busca de financiamiento, siempre, incluso antes de conocer el proyecto, la respuesta mántrica es “no hay dinero”, como si repitieran un manual ancestral. Pero sí lo hay, desde luego, siempre hay dinero. Sólo hay que saber tocar la puerta adecuada, incluso una semiclandestina puerta trasera, revelada queriendo o no.

Ciertamente, como observa Naím Yubal, “no está por escrito” cuáles géneros musicales sí y cuáles no corresponde atender al ICA. De hecho, no está por escrito nada: incluso después de un cambio en la dirección general, hasta ahora no se conoce ninguna política cultural formal del instituto.

Sin embargo, convencido de su valor cultural, presentó la propuesta de producir un concierto con nueve bandas de Aguascalientes para agotar el limitado presupuesto ($250 mil) reservado para los músicos locales. Además, elaboró el proyecto para producir, con un costo de $120 mil, un disco con arreglos musicales dentro del género del pop -junto con Liliana Olmos- a canciones del compositor Alfonso Esparza Oteo, nacido el 2 de agosto de 1894 en la casa que ahora es patrimonio público y ocupa el Centro de Investigación y Estudios Literarios de Aguascalientes (CIELA) en Allende 238. Parece muy probable que, precisamente por su presentación como música pop, este proyecto hubiera alcanzado a nuevos públicos y particularmente a jóvenes.

El proyecto, y un demo con varios de estos arreglos, fueron entregados en agosto pasado a la directora general del ICA, Dulce María Rivas Godoy, a quien pareció gustarle la idea y ofreció presentarla como una de las tres opciones requeridas por el comité de selección del Circuito Centro-Occidente de Conaculta, en el que participa Aguascalientes.

Pero Connie Ramírez dijo posteriormente a Naím Yubal que ésta gira ya la había comprometido con Pie Grande, grupo aguascalentense de jazz omnipresente en fechas recientes: giras incluso internacionales, conciertos, la grabación de un disco... Parece evidente la necesidad de abrir los apoyos oficiales a otros grupos, y a otros géneros: “no es justo que los pocos fondos se acaparen para una sola propuesta”. “Nosotros no buscaríamos una beca para huevonear un año -dice el músico-, nuestra visión es aprovechar al máximo este fondo con una propuesta que tiene calidad”. Piensa que una beca anual debería servir para que un artista busque cómo ser autosuficiente para ya no depender de esos fondos.

Formalmente, desecharon su propuesta porque su grupo original Musité se desintegró y ahora él trabaja como Lily Pop, y “porque no entregué los documentos a tiempo, siendo que se los dejé tres meses antes”.

No es contra Pie Grande el asunto, insiste Naím Yubal, “son excelentes músicos”, pero... Relata cómo en un encuentro suyo con Connie Ramírez “estaba llegando uno de los integrantes de Pie Grande a dejar una factura en blanco”.

Y sigue: “me habían dicho, es que Connie opera de otra manera, ella opera con 'moche', entonces yo me acerqué por ese lado”. El truco fue “apostar” $10 mil: si Connie no “conseguía” la gira ella pagaría $10 mil, pero si lo lograba “yo le daba el 10 por ciento. Y todavía me dice que soy muy pichicatero, poco generoso”, porque ella esperaba asegurar sus inminentes vacaciones en Europa.

Y así, el espectáculo de la corrupción, sugerida o consentida. Que, desde luego, vale aun cuando suceda fuera del horario de oficina y mediante cuentas personales en internet. En el chat del 27 de julio, a las 00:35 horas, Connie Ramírez cede: “...Para que veas que hay interés... pues que sean los 10 (mil pesos)... ¿Consiga lo que consiga?” Naim Yubal: “...que sea el 10% de lo que consigas. De esa forma tú ganas en proporción y así ganamos los dos”. Connie Ramírez: “...Bueno, todo sea por mi boleto para irme a Womex... Así no pido préstamo, si pierdo pos pediré el préstamo... O cambio de destino... algo más bara... OK, va”.

Ahí compruebo, concluye Naím Yubal, que sí hay favoritismo. Y que no es gratuito. “Y si así se hace con esto, es muy probable que así se hace con todo”. Él está “muy indignado, muy inconforme. Yo soy de los jóvenes que... ni madres, es parejo para todos. No está bien que una propuesta quede marginada porque no tiene acceso a, o no es amigo de... Lo que sería muy triste es que esta cabrona se siga saliendo con la suya”. Otra vez.

miércoles, 3 de julio de 2013

Una modesta proposición

Propongo un criterio general para considerar el arte y la cultura, una estrategia necesaria para asegurar la creación artística y su difusión, y un proyecto específico.

Primero, pienso en una inversión de lo que está sucediendo ahora mismo. Inversión como aprovechamiento de los recursos disponibles para lograr una ganancia. Inversión porque ésta campaña termina preguntando sobre la cultura, pero debería haberse iniciado proponiendo desde la cultura.

Un gobierno municipal debe iniciarse desde la cultura: la cultura en el centro. La cultura -y sus expresiones artísticas, como recreación o como imaginación de la realidad- no como algo que está al frente y oculta todo lo demás, sino como algo que está en el núcleo de todas y cualquiera de las decisiones de gobierno, y así les da sustento y sentido.

La cultura es todo, la cultura es lo que hacemos y cómo lo hacemos, la cultura es lo que nos hace ser aguascalentenses. La cultura no ha de presentarse como algo ajeno y lejano, algo que llega de pronto y sin esperarlo y así vuelve a irse. No ha de presentarse a la cultura como un acontecimiento, sino como lo que es: la cultura como algo cotidiano, la cultura como algo que existe en la comunidad y que se queda en la comunidad.

Segundo, reclamo reconocer el valor de la cultura. Su valor social, su altísima rentabilidad social, pero también -y como nunca- su valor económico. Los artistas, los técnicos, los promotores crean valor, valor económico, no sólo por los bienes y servicios que producen sino además porque generan empleos directos e indirectos al formar cadenas de producción artística, generan posibilidades ciertas de empleo para estudiantes de artes y comunicación.

Quienes estamos aquí tendremos más valor si, además de empleos, becas y premios, el ayuntamiento asegura el desarrollo de nuestras múltiples y diversas microempresas culturales, con créditos blandos y estímulos fiscales.

Tercero, propongo que el ayuntamiento solicite un permiso o concesión para operar y explotar una frecuencia de radio, La Radio de Aguascalientes, con el modelo de UAM Radio en el DF: una única frecuencia (94.1 mHz), con transmisores de baja potencia (20 W) desde cada una de sus cuatro unidades (Azcapotzalco, Cuajimalpa, Iztapalapa y Xochimilco), cada una con su propia producción y programación, con una cobertura de 6 a 8 kilómetros.

No es necesariamente -no es solamente- una radio con antena. No es esperar a la radio con antena. Es hacer radio, es hacer radios, es difundir las producciones radiofónicas por todos los medios posibles: internet, altavoces en mercados y plazas, transporte público, intercambio con CD y USB, etcétera.

La propuesta es educar y equipar a productores comunitarios en una red municipal, animada y financiada por el ayuntamiento pero desarrollada y gobernada por los propios vecinos organizados.

Texto preparado para un encuentro finalmente cancelado con uno de los candidatos a la alcaldía de Aguascalientes: el ahora alcalde electo Antonio Martín del Campo.