Lúdica Teatro es un grupo
multidisciplinario de arte y entretenimiento en Aguascalientes,
dedicado al teatro, la animación y el performance, que conjuga
diversas técnicas como la pantomima, el clown, los malabares, la
danza, la acrobacia y la música. Durante 2014 celebra diez años
desde su fundación, ahora replanteando su modelo de trabajo para consolidarse como una compañía estable con un espacio propio. Esta es una conversación con su director, el
maestro Cuitláhuac González.
Qué es
Lúdica Teatro, cómo lo definirías tú, cómo lo presentarías.
Lúdica Teatro es un grupo de artistas
dedicados a evolucionar y a perfeccionar sus herramientas
interpretativas. La mayoría somos egresados de la carrera de Teatro,
y tenemos herramientas corporales. Es un grupo que se ha inclinado
mucho a las técnicas corporales: la danza, los malabares, la
acrobacia, la pantomima, el clown. Y el canto, la música. Hemos
querido hacer un grupo multidisciplinario pero siempre teniendo de
base la cuestión escénica, la cuestión actoral, aunque se han
integrado personas que dominan otras técnicas como los malabares o
la acrobacia que no tienen una formación actoral pero que se han ido
empapando de lo que nosotros hacemos y han ido desarrollándose en
ese sentido y se han integrado muy bien en las puestas en escena que
hemos tenido.
No es entonces exactamente un grupo
de teatro.
No es solamente un grupo de teatro.
Nosotros nos dedicamos al teatro, a la animación y al performance
con técnicas escénicas. Sería más bien como un grupo escénico.
¿Y siempre lo ha sido, cómo ha
evolucionado?
Siempre lo ha sido, aunque en un
principio Lúdica Teatro estaba más enfocado meramente a la cuestión
teatral, y en 2005 comenzamos a trabajar más hacia esta otra parte
de la integración de herramientas acrobáticas, comenzamos a
explorar lo de teatro callejero, y nos gustó mucho porque aparte te
ponen menos trabas, o hay menos trabas en cuanto a poder llevar a
cabo funciones o temporadas con el teatro de calle que con el teatro
en un espacio cerrado o formal.
Pero eso te obliga a otra forma de
presentarte ante el público, de hecho eso altera tu lenguaje
teatral.
Sí, así es, y nos agradó, de hecho
esa parte nos obligó a ver otras formas de interpretar y de llevar a
cabo el mensaje que queremos montar.
¿Cuál es la gran diferencia entre
una presentación en un espacio cerrado, con toda la parafernalia
propia del teatro, y el público dispuesto de cierta manera, cuál es
la diferencia esencial con el trabajo en calle? Es totalmente
diferente, ¿cuál es esa diferencia, por qué les gustó tanto que
empezaron a girar en su manera de hacer teatro?
Creo que tiene que ver con disminuir un
poco el artificio, el adorno. En calle te encuentras más vulnerable,
desnudo, y tienes que forzar la cuestión interpretativa. La cercanía
es mucho mayor y mucho más honesta...
¿Y qué dices de esa idea tan
generalizada de que lo que se presenta en la calle es porque no tiene
suficiente calidad para presentarse en un teatro cerrado? Estamos
acostumbrados a pensar que si se presenta en la calle es porque no
dan para más. ¿Eres conciente de esto?, ¿cómo lo entiendes?
Yo creo que sí hay una propensión a
pensar que los espectáculos, las cosas que se presentan en la calle,
no tienen suficiente calidad. Pero eso ha sido quizá por
demeritación que han hecho algunos... intérpretes callejeros, no
quiero decir artistas porque sucede con el payaso también. Por
ejemplo nosotros al ofrecer una animación decimos que es un clown
para hacer esa distinción, aunque es lo mismo, es arte del payaso:
hacer reir a la gente es un arte, pero la figura del payaso ha sido
muy demeritada por estos señores que se presentan en la calle que
nada más se pintan, se ponen una nariz de payaso, y hacen los mismos
chistes que decimos que es “el pastelazo”, cosas que no están
trabajadas.
El “humor Televisa”, las
groserías, el insulto incluso...
...el insulto incluso a la gente,
burlarse de la gente. Cuando es otra cosa muy diferente, tienes que
hacer un estudio sobre el humor y hacer cosas que de veras sorprendan
a la gente para que puedas causar la sonrisa, o la risa.
Que es a lo que iba: ¿qué es lo
que buscas tú, qué es lo que buscan ustedes provocar en la gente?,
particularmente en la gente que los mira en un espacio abierto, que
no estaba preparada para verlos, van pasando y se los encuentran y se
quedan. Porque es muy diferente al público en un espacio cerrado,
hay otras reglas, el público es otro o es el mismo público pero con
otra disposición.
Pues esencialmente la sorpresa,
sorprender, entretener, divertir a la gente y cambiarles ese momento.
Y ya más profundamente lo que nos gustaría es que la gente que nos
viera terminara la función y se fuera muy diferente a como llegó:
si venía con alguna carga, algún estrés, alguna preocupación,
alguna energía negativa, que al terminar nuestra función se fueran
con un cambio de energía, que se fueran internamente cambiados.
¿Y esta llegada de ustedes al arte
callejero fue casual, alguien la propuso?, ¿cómo sucedió?
Fíjate que fue causal también, porque
ha sido siempre complicado poder tener un espacio de representación
formal, como un teatro, por todos los trámites y el recurso
económico, y nos vimos obligados a empezar a hacer propuestas con
menos producción que implicaran menos gastos y apostarle más a la
cuestión interpretativa del actor. Que también fue algo que se nos
formó en la escuela mucho, se le apostaba mucho al actor.
Yo creo que también porque en
Aguascalientes hace falta mucho la especialización, hay muchos
directores pero no hay muchos especialistas en dirección, hay muchas
personas que con buena voluntad...
¿A qué te refieres?, ¿son malos
directores, están mal preparados?
Para no hablar de mal y bien, digamos
que están en diferente nivel. Yo creo que está bien que haya teatro
amateur, universitario, escolar, semiprofesional, y que haya teatro
profesional, y en ese sentido digo que hace falta la
profesionalización. Hacen falta tanto directores como productores,
escenógrafos, iluminadores, vestuaristas, que tengan especialidad en
el área del trabajo escénico.
Han venido de otros lados y han
aportado mucho a las dinámicas de trabajo y a la calidad de los
trabajos, pero apenas está aquí la Licenciatura en Teatro o la
Licenciatura en Artes Escénicas con... por ejemplo la Licenciatura
en Teatro te ofrece formación en actuación pero no te la ofrece en
dirección o en producción. Tampoco la de Artes Escénicas, aparte
es más abierta, quieren abarcar demasiado y no se logra especializar
en algo, tienes que terminar una carrera y buscar una
especialización.
Hay compañeros que con base en el
ensayo y error, la cuestión autodidacta, van aprendiendo y
evolucionando su trabajo, pero también hay compañeros que se han
quedado en una misma dinámica de trabajo y ya no han evolucionado.
¿Incluso actores que participan en
Lúdica Teatro? Es decir, ¿la compañía ha servido como un espacio
para que suceda esta especialización que tú esperas de los
profesionales del teatro? O de otra forma: ¿cómo se ha integrado el
grupo a partir de estas ideas que tú me estás platicando?
Pues sobre todo con ese afán de seguir
evolucionando y de seguir creciendo con respecto al arte que cada uno
domina. Porque también hemos tenido compañeros que se dedican, que
se especializan por ejemplo en malabares y en esa especialización
ellos han seguido trabajando, evolucionando, y han empezado a
integrar otras áreas a esa especialización como la actuación, la
acrobacia, la pantomima, el clown. Para ellos sí ha funcionado estar
en grupo trabajando, cada uno de nosotros nos servimos del otro como
compañero y como maestro, y como crítico también.
¿Qué tan estable ha sido el grupo,
qué tan abierto es para que entren y salgan, cómo comparas en ese
sentido al grupo actual con el que inició todo este proceso que has
venido platicando, hace diez años? ¿Son los mismos?
Es que hay aquí un paréntesis: el
grupo Lúdica Teatro fue iniciado por Érika Cortés en 2004, con
otros actores. En 2005 yo me uní para un proyecto de beca para
montar “El país de las 100 palabras” con la cual nos fuimos de
gira hacia el sur, y ahí comenzamos a ver esta cuestión de
involucrarnos más con el teatro de calle.
En el mismo 2005 emperazon a integrarse
otros compañeros, y para 2006 trabajamos con el maestro Jaime
Guadalupe Posada, quien fue también un gran apoyo para la
conformación y consolidación del grupo, y nos invitó a participar
en el desfile de la Feria Nacional de San Marcos con unas ruedas
acrobáticas que yo le propuse, nos apoyó para tomar cursos de
gimnasia para realizar acrobacias en la calle. Y ya después de ese
desfile, que nos fue muy bien, le pedimos apoyo y financiamiento al
maestro para poder hacernos de ese material y empezar a trabajar para
una puesta en escena; nos lo dio a plazos, y a pagarle con trabajo
como fuéramos generando ingresos; se portó muy bien el maestro,
creyó en nosotros.
Y de ahí surgió “Circolando”, que
es una obra que nos ha caracterizado mucho, nos ha dado bastante
proyección, hemos ido a varias partes con ella, nos sirvió para
consolidar al grupo. De esa experiencia habemos cuatro personas que
seguimos en el grupo trabajando pero se han integrado, han venido y
han salido otros compañeros.
Nos da mucho gusto que a partir de la
integración con el grupo se han motivado para seguir creciendo como
artistas, como intérpretes. Tenemos un compañero que está en
Puerto Vallarta trabajando para un megaespectáculo de un hotel, y
nos da mucho gusto ver cómo ha crecido él en acrobacia: él traía
break dance cuando entró al grupo únicamente, era estudiante de
Preparatoria, pero en el grupo comenzó a abordar la acrobacia,
comenzó a desarrollarse escénicamente, a entrarle también a los
malabares, al dominio de los aparatos acrobáticos, y ahora domina
otras cosas circenses. Y como él otros compañeros que han seguido
evolucionando y creciendo y que se han ido fuera: hay un compañero
que se fue a España, por otra razón diferente a lo escénico pero
sí motivado a seguir creciendo y evolucionando. Hemos tenido también
artistas invitados, que han venido a aportar también mucho.
Entonces, los que llevamos más tiempo
en el grupo somos cuatro personas. Hay otros dos que se integraron al
grupo, ellos son comunicólogos pero siempre les ha gustado mucho la
cuestión escénica y empezaron a trabajar con nosotros como
asistentes de producción, poco a poco se han ido desarrollando y se
han enamorado y no han querido dejar de lado esta parte artística a
pesar de que anden haciendo otras cuestiones con respecto a su
carrera.
Me mencionaste dos obras, ¿qué
más?
Después de “Circolando” yo tuve
una beca del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes con un
proyecto que quería desarrollar de un espectáculo unipersonal de
teatro de calle, siguiendo la línea del grupo: “El teatro de un
juglar”. Ahora es uno de los otros espectáculos que tenemos en el
grupo; aunque es un espectáculo unipersonal siempre me apoyo en los
compañeros.
Otro espectáculo, que montamos
recientemente, es una “Circolera”, que es un espectáculo
navideño que creemos innovador puesto que fusionamos la estructura
básica de una pastorela tradicional con las técnicas circenses.
Otro espectáculo que tenemos sí fue
una producción grande, para un espacio alternativo. Aunque
inicialmente estaba contemplado un teatro las complicaciones para
llevar a cabo una temporada nos orillaron a otro espacio, y en ese
sentido también nos consideramos innovadores, como punta de lanza,
puesto que no había habido tantas producciones en ese sentido.
Ahora sí, pero cuando lo hicimos no se
había explorado tanto el teatro alternativo en cuanto a ocupación
de espacios no tradicionales. Ahora sí, por ejemplo ya está Al
Trote, que hace presentaciones en una casa, está Tercera Llamada
también... La comunidad teatrera nos hemos visto obligados a buscar
otros espacios porque los oficiales no están tan a la mano.
La obra de la que te estoy hablando se
llama “Segiz o la historia del príncipe dormido en la torre del
dragón”, de Verónica Maldonado, quien es la autora y fue la
directora. Con Verónica Maldonado nosotros tuvimos un encuentro en
un diplomado de creación de espectáculos para niños en Mérida,
Yucatán, y de ahí hicimos buenas migas, ella se interesó mucho en
lo que nosotros estábamos haciendo con respecto a las cuestiones
corporales. Después tuvimos otro encuentro en 2006, platicamos
todavía más del proyecto y la idea que ella traía de hacer una
historia un poco a manera de homenaje de “La vida es sueño” de
Calderón de la Barca pero con una adaptación diferente dirigida
hacia los adolescentes, y con esta idea de atraerlos y captar su
atención tenía que ser una propuesta muy dinámica, con una
estructura muy grande tal que podíamos los actores trepar y hacer
acrobacias en ella, y el vestuario con una tendencia gótica, oscura.
Se logró también gracias a una beca
que pudimos obtener del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes
como apoyo a grupos artísticos, y pudimos traer a Verónica
Maldonado a Aguascalientes a montar el espectáculo, y a otro actor,
Mauricio Andrade, que trabajaba en el DF. Fue una producción muy
grande, muy difícil, pero creemos que sí fue muy contundente, de
bastante calidad; logramos hacer una temporada de catorce funciones
con muy poco apoyo, he de decirlo, de las autoridades pero a fin de
cuentas logramos llevarla a cabo. Ese proyecto, la verdad, hubiera
sido muy bueno para dar una temporada mucho más amplia, con las
Secundarias, las Preparatorias, las Universidades, por la temática
que abordaba, por la forma de ser abordada, y porque era un trabajo
local. Pero sólo obtuvimos el espacio, que fue una de las bodegas de
Tres Centurias que estaba abandonada y que nosotros acondicionamos,
contratando gradas, consiguiendo luces, mamparas, y consiguiendo que
no nos cobraran por el espacio porque había entonces la dinámica de
cobrar el 30% por presentarse en una instalación del Instituto
Cultural de Aguascalientes, lo cual nos parece todavía algo injusto,
ilógico: que te cobren por trabajar, por ocupar los espacios que
ellos mismos deberían estar usando para dar espectáculos a la
sociedad, finalmente estamos haciendo la chamba que ellos deberían
estar haciendo, produciendo espectáculos y ofreciéndolos a la
gente.
¿Qué quiere ahora Lúdica Teatro,
qué es lo que se imagina haciendo en un futuro más o menos próximo,
cuál es su sueño?
Es algo que compartimos con otros
grupos de teatro, con otros colegas: hacernos de un espacio propio,
donde podamos hacer y deshacer pero siempre en busca de mejorar y de
aumentar la calidad de los espectáculos que ofrecemos, que las
experiencias para el público sean experiencias mucho más profundas,
mucho más contundentes. Que el público valore y que se sienta
satisfecho de haber salido de su casa, tomado un transporte, dejado
de hacer alguna cosa, invertido en un boleto para tener esa
experiencia artística.
¿Y en cuanto a creación artística,
formación de actores, formación de públicos, en cuanto al futuro
profesional artístico del grupo, en qué están trabajando ahora,
qué es lo que se tiene más próximo?
Tenemos la obra “Circolando”, que
“recargamos”, ahora es “Circolando recargado2”, se incluyeron
nuevos personajes y nuevos ejecutantes, nuevos intérpretes, y
pensamos moverla, mostrarla a la gente. Y seguir yendo a festivales,
tomar cursos y talleres, tratando de compartir ese conocimiento.
Vemos a compañeros que están
estudiando ahora, particularmente en la Licenciatura en Teatro, que
vienen con mucho entusiasmo, con mucho talento también, muchas ganas
de hacer cosas, y estamos visualizando que van a enfrentarse a lo
mismo a lo que nosotros nos enfrentamos a la hora de salir: a dónde
van a encaminar sus pasos, quién va a contratarlos, a dirigirlos, a
producir sus obras, y en ese sentido nos gustaría ser una opción
para ellos, para su formación o para su mantenimiento
interpretativo, para otorgarles nuevas herramientas que vayan
haciendo crecer su arte y por lo tanto su calidad. No importa tanto
si finalmente montan con nosotros o no un espectáculo, pero que eso
que nosotros logremos dejar en ellos se refleje en los demás
espectáculos, y por lo tanto vamos a empezar a generar ya como
comunidad estatal de teatro espectáculos de mucha más calidad y
mucho más reconocimiento.