Propongo un criterio
general para considerar el arte y la cultura, una estrategia
necesaria para asegurar la creación artística y su difusión, y un
proyecto específico.
Primero,
pienso en una inversión de lo que está sucediendo ahora mismo.
Inversión como aprovechamiento de los recursos disponibles para
lograr una ganancia. Inversión porque ésta campaña termina
preguntando sobre la cultura, pero debería haberse iniciado
proponiendo desde la cultura.
Un gobierno municipal debe
iniciarse desde la cultura: la cultura en el
centro. La cultura -y sus expresiones
artísticas, como recreación o como imaginación de la realidad- no
como algo que está al frente y oculta todo lo demás, sino como algo
que está en el núcleo de todas y cualquiera de las decisiones de
gobierno, y así les da sustento y sentido.
La cultura es todo, la
cultura es lo que hacemos y cómo lo hacemos, la cultura es lo que
nos hace ser aguascalentenses. La cultura no ha de presentarse como
algo ajeno y lejano, algo que llega de pronto y sin esperarlo y así
vuelve a irse. No ha de presentarse a la cultura como un
acontecimiento, sino como lo que es: la cultura como algo cotidiano,
la cultura como algo que existe en la comunidad y que se queda en la
comunidad.
Segundo,
reclamo reconocer el valor de la cultura.
Su valor social, su altísima rentabilidad social, pero también -y
como nunca- su valor económico. Los artistas, los técnicos, los
promotores crean valor, valor económico, no sólo por los bienes y
servicios que producen sino además porque generan empleos directos e
indirectos al formar cadenas de producción artística, generan
posibilidades ciertas de empleo para estudiantes de artes y
comunicación.
Quienes estamos aquí
tendremos más valor si, además de empleos, becas y premios, el
ayuntamiento asegura el desarrollo de nuestras múltiples y diversas
microempresas culturales, con créditos blandos y estímulos
fiscales.
Tercero,
propongo que el ayuntamiento solicite un permiso o concesión para
operar y explotar una frecuencia de radio, La
Radio de Aguascalientes, con el modelo de UAM
Radio en el DF: una única frecuencia (94.1 mHz), con transmisores de
baja potencia (20 W) desde cada una de sus cuatro unidades
(Azcapotzalco, Cuajimalpa, Iztapalapa y Xochimilco), cada una con su
propia producción y programación, con una cobertura de 6 a 8
kilómetros.
No es necesariamente -no
es solamente- una radio con antena. No es esperar a la radio con
antena. Es hacer radio, es hacer radios, es difundir las producciones
radiofónicas por todos los medios posibles: internet, altavoces en
mercados y plazas, transporte público, intercambio con CD y USB,
etcétera.
La propuesta es educar y
equipar a productores comunitarios en una red municipal, animada y
financiada por el ayuntamiento pero desarrollada y gobernada por los
propios vecinos organizados.
Texto preparado para un encuentro finalmente cancelado con uno de los candidatos a la alcaldía de Aguascalientes: el ahora alcalde electo Antonio Martín del Campo.
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