viernes, 29 de noviembre de 2013

El "moche" y cómo lograrlo

Ahora que ha terminado de definirse el presupuesto federal para el próximo año, con los correspondientes lamentos por la disminución del gasto de casi todas las dependencias gubernamentales dedicadas al arte y la cultura -aunque el 80% será para la nómina de su enorme e ineficiente burocracia-, es pertinente llamar la atención hacia el gran hoyo negro que han sido desde siempre los así llamados “recursos etiquetados” que es donde más frecuentemente se ceban los grandes vicios del gasto público: retrasos, subejercicio, negligencia, despilfarro. Y corrupción. Aquí, la historia de un caso reciente de discrecionalidad, denunciado repetidamente durante los últimos años pero ahora acompañado por una petición apenas disimulada de “comisión” para financiar un proyecto cultural con dinero público.

Sucede en el Instituto Cultural de Aguascalientes. María Concepción Ramírez Gómez es formalmente la directora de promoción y difusión del ICA, pero se presenta como Connie Ramírez, “directora de comercialización”, y en los hechos, desde hace ya bastantes años, es la coordinadora de programación; en todo caso, ella es quien tiene el poder para determinar qué artistas son contratados, y cuáles no.

A mediados de este año, el joven músico aguascalentense de pop Naím Yubal, creador de Musité (grupo con el que en febrero pasado produjo el disco “Sin regreso”, por cierto sin ninguna participación de dinero público) y actualmente parte de Lily Pop, guitarrista, cantante, compositor, arreglista, productor -y con ese carácter admitido como participante en el Diplomado de Industrias Culturales, convocado el año anterior por el ICA en la Universidad de las Artes-, se enteró de que había disponibles un millón de pesos para el área de música.

¿Quién decidió cómo se usarían estos recursos federales, entregados por Conaculta? Connie Ramírez, quien en su momento explicó que la mitad se destinaría a traer a dos grupos extranjeros, la cuarta parte para otros tantos grupos nacionales, y la cuarta parte restante para apoyar a nueve grupos locales. Ningún argumento para justificar esa proporción, ninguna convocatoria pública para ejercer tal presupuesto.

De éste fondo Naím Yubal supo casi por casualidad, como es lo habitual. Siempre que un creador o promotor se acerca a una autoridad del ICA en busca de financiamiento, siempre, incluso antes de conocer el proyecto, la respuesta mántrica es “no hay dinero”, como si repitieran un manual ancestral. Pero sí lo hay, desde luego, siempre hay dinero. Sólo hay que saber tocar la puerta adecuada, incluso una semiclandestina puerta trasera, revelada queriendo o no.

Ciertamente, como observa Naím Yubal, “no está por escrito” cuáles géneros musicales sí y cuáles no corresponde atender al ICA. De hecho, no está por escrito nada: incluso después de un cambio en la dirección general, hasta ahora no se conoce ninguna política cultural formal del instituto.

Sin embargo, convencido de su valor cultural, presentó la propuesta de producir un concierto con nueve bandas de Aguascalientes para agotar el limitado presupuesto ($250 mil) reservado para los músicos locales. Además, elaboró el proyecto para producir, con un costo de $120 mil, un disco con arreglos musicales dentro del género del pop -junto con Liliana Olmos- a canciones del compositor Alfonso Esparza Oteo, nacido el 2 de agosto de 1894 en la casa que ahora es patrimonio público y ocupa el Centro de Investigación y Estudios Literarios de Aguascalientes (CIELA) en Allende 238. Parece muy probable que, precisamente por su presentación como música pop, este proyecto hubiera alcanzado a nuevos públicos y particularmente a jóvenes.

El proyecto, y un demo con varios de estos arreglos, fueron entregados en agosto pasado a la directora general del ICA, Dulce María Rivas Godoy, a quien pareció gustarle la idea y ofreció presentarla como una de las tres opciones requeridas por el comité de selección del Circuito Centro-Occidente de Conaculta, en el que participa Aguascalientes.

Pero Connie Ramírez dijo posteriormente a Naím Yubal que ésta gira ya la había comprometido con Pie Grande, grupo aguascalentense de jazz omnipresente en fechas recientes: giras incluso internacionales, conciertos, la grabación de un disco... Parece evidente la necesidad de abrir los apoyos oficiales a otros grupos, y a otros géneros: “no es justo que los pocos fondos se acaparen para una sola propuesta”. “Nosotros no buscaríamos una beca para huevonear un año -dice el músico-, nuestra visión es aprovechar al máximo este fondo con una propuesta que tiene calidad”. Piensa que una beca anual debería servir para que un artista busque cómo ser autosuficiente para ya no depender de esos fondos.

Formalmente, desecharon su propuesta porque su grupo original Musité se desintegró y ahora él trabaja como Lily Pop, y “porque no entregué los documentos a tiempo, siendo que se los dejé tres meses antes”.

No es contra Pie Grande el asunto, insiste Naím Yubal, “son excelentes músicos”, pero... Relata cómo en un encuentro suyo con Connie Ramírez “estaba llegando uno de los integrantes de Pie Grande a dejar una factura en blanco”.

Y sigue: “me habían dicho, es que Connie opera de otra manera, ella opera con 'moche', entonces yo me acerqué por ese lado”. El truco fue “apostar” $10 mil: si Connie no “conseguía” la gira ella pagaría $10 mil, pero si lo lograba “yo le daba el 10 por ciento. Y todavía me dice que soy muy pichicatero, poco generoso”, porque ella esperaba asegurar sus inminentes vacaciones en Europa.

Y así, el espectáculo de la corrupción, sugerida o consentida. Que, desde luego, vale aun cuando suceda fuera del horario de oficina y mediante cuentas personales en internet. En el chat del 27 de julio, a las 00:35 horas, Connie Ramírez cede: “...Para que veas que hay interés... pues que sean los 10 (mil pesos)... ¿Consiga lo que consiga?” Naim Yubal: “...que sea el 10% de lo que consigas. De esa forma tú ganas en proporción y así ganamos los dos”. Connie Ramírez: “...Bueno, todo sea por mi boleto para irme a Womex... Así no pido préstamo, si pierdo pos pediré el préstamo... O cambio de destino... algo más bara... OK, va”.

Ahí compruebo, concluye Naím Yubal, que sí hay favoritismo. Y que no es gratuito. “Y si así se hace con esto, es muy probable que así se hace con todo”. Él está “muy indignado, muy inconforme. Yo soy de los jóvenes que... ni madres, es parejo para todos. No está bien que una propuesta quede marginada porque no tiene acceso a, o no es amigo de... Lo que sería muy triste es que esta cabrona se siga saliendo con la suya”. Otra vez.

miércoles, 3 de julio de 2013

Una modesta proposición

Propongo un criterio general para considerar el arte y la cultura, una estrategia necesaria para asegurar la creación artística y su difusión, y un proyecto específico.

Primero, pienso en una inversión de lo que está sucediendo ahora mismo. Inversión como aprovechamiento de los recursos disponibles para lograr una ganancia. Inversión porque ésta campaña termina preguntando sobre la cultura, pero debería haberse iniciado proponiendo desde la cultura.

Un gobierno municipal debe iniciarse desde la cultura: la cultura en el centro. La cultura -y sus expresiones artísticas, como recreación o como imaginación de la realidad- no como algo que está al frente y oculta todo lo demás, sino como algo que está en el núcleo de todas y cualquiera de las decisiones de gobierno, y así les da sustento y sentido.

La cultura es todo, la cultura es lo que hacemos y cómo lo hacemos, la cultura es lo que nos hace ser aguascalentenses. La cultura no ha de presentarse como algo ajeno y lejano, algo que llega de pronto y sin esperarlo y así vuelve a irse. No ha de presentarse a la cultura como un acontecimiento, sino como lo que es: la cultura como algo cotidiano, la cultura como algo que existe en la comunidad y que se queda en la comunidad.

Segundo, reclamo reconocer el valor de la cultura. Su valor social, su altísima rentabilidad social, pero también -y como nunca- su valor económico. Los artistas, los técnicos, los promotores crean valor, valor económico, no sólo por los bienes y servicios que producen sino además porque generan empleos directos e indirectos al formar cadenas de producción artística, generan posibilidades ciertas de empleo para estudiantes de artes y comunicación.

Quienes estamos aquí tendremos más valor si, además de empleos, becas y premios, el ayuntamiento asegura el desarrollo de nuestras múltiples y diversas microempresas culturales, con créditos blandos y estímulos fiscales.

Tercero, propongo que el ayuntamiento solicite un permiso o concesión para operar y explotar una frecuencia de radio, La Radio de Aguascalientes, con el modelo de UAM Radio en el DF: una única frecuencia (94.1 mHz), con transmisores de baja potencia (20 W) desde cada una de sus cuatro unidades (Azcapotzalco, Cuajimalpa, Iztapalapa y Xochimilco), cada una con su propia producción y programación, con una cobertura de 6 a 8 kilómetros.

No es necesariamente -no es solamente- una radio con antena. No es esperar a la radio con antena. Es hacer radio, es hacer radios, es difundir las producciones radiofónicas por todos los medios posibles: internet, altavoces en mercados y plazas, transporte público, intercambio con CD y USB, etcétera.

La propuesta es educar y equipar a productores comunitarios en una red municipal, animada y financiada por el ayuntamiento pero desarrollada y gobernada por los propios vecinos organizados.

Texto preparado para un encuentro finalmente cancelado con uno de los candidatos a la alcaldía de Aguascalientes: el ahora alcalde electo Antonio Martín del Campo.

viernes, 28 de junio de 2013

Apuntes del taller de periodismo cultural

Contemplé la posibilidad de que expusieran nuestros trabajos desarrollados durante el taller, pero si alguien me hubiera dicho que estaría hablando ante un público sobre lo que realizamos durante los pasados cuatro meses, lo hubiera pensado más antes de inscribirme.

Antes no me preocupaba por saber cuál pregunta respondía primero el conductor de un noticiero televisivo, pero ahora, sin quererlo, me doy cuenta de ciertas fallas en la redacción o en la presentación de una noticia. Sé que si comienza por responder el “cuándo”, lo más probable es que a ese conductor no le importa lo que lee o simplemente no redacta noticias para su público sino para su editor, lo cual me ha hecho más crítico al mirar noticias por televisión.

Qué, quién, cómo, cuándo, dónde, nos repetía el profe en cada clase para recordarnos las bases de una noticia; sin embargo, a pesar de escuchar ciertos principios básicos de periodismo, cada clase parecía una charla de café, en la cual participaban varias personas interesadas en hablar de algo más que cómo jugó la selección de futbol el día de hoy, o si la protagonista de la telenovela de las 8 ya se reencontró con el amor de su infancia.

En esas pláticas, en las que durante dos horas yo olvidaba los conflictos en mi trabajo, y comentaba o discutía con mis compañeros de taller las noticias ocurridas en el día y al mismo tiempo aprendía la relación entre columna y artículo, en esas conversaciones tan amenas en las que conocía las posturas de mis compañeros y compartía algunas de sus opiniones, sin darme cuenta, desarrollé mi capacidad crítica periodística. Esta capacidad no es otra cosa que el desarrollar una opinión partiendo de los hechos redactados en una noticia: no se puede dar una opinión sin analizar los hechos, a cada dato corresponde una fuente, es lo que se nos insistía en clase.

Cada lectura o nota que llegaba como enlace a mi correo electrónico, al principio parecía una tediosa tarea escolar que leer o un correo basura al cual eliminar; sin embargo, al dar click en el vínculo y llegar con la lectura hasta la mitad de la noticia o la entrevista, hacía que no pudiera dejar de leer hasta enterarme de todo el contenido. Reconozco que me gusta la lectura, pero no de cualquier texto, así que me sorprendí a mí mismo al estar leyendo cada vez más textos periodísticos. Y ahora tengo más que un gran respeto por la profesión periodística, siento admiración y empatía por esta labor, ya que como Diseñador Gráfico comparto la misma meta: la de generar una emoción, para formar una opinión y provocar una acción del espectador o lector.

Me resulta curioso que ahora cada vez que sostengo una plática con alguien venga a mí el pensamiento de que estoy haciendo una entrevista, pues a fin de cuentas eso es lo que aprendimos en el taller, que una entrevista es como una charla entre amigos, en la que uno que no sabe o no conoce lo que acontece en la vida del otro desea descubrir quién es o qué hace ese amigo cercano o ese desconocido con el cual nos ponemos a platicar en la parada del camión.

“Para producir una página debimos haber leído cien”, decía Ryszard Kapuscinski, en una de las lecturas que me llegaban por e mail; eso fue muy importante para mí, ya que el que una figura del periodismo antes desconocida para mí recomendaba que antes de escribir algo debía leer una centena de páginas, eso y el tener en cuenta que cada cosa que escribo tiene por meta ser leída por alguien...

Antes escribía para mí a manera de diario para recordar sucesos, listas de compras o tareas por realizar. Ahora ya no sólo quiero escribir mensajes en el celular o cosas curiosas en la red, ahora siento la necesidad de crear textos con una intención, hacer que, tal vez por sólo cinco minutos y no un par de horas como a mí me sucedió, la gente pueda pensar que algún tema cotidiano puede tener otra perspectiva y diga: No se me había ocurrido.

En resumen, esto es parte de lo mucho que descubrí durante los pasados meses en el taller de periodismo cultural.

Texto de Carlos Armando Sánchez Vázquez, del Taller de Periodismo Cultural del Centro de Investigación y Estudios Literarios de Aguascalientes, leído en la tertulia por el fin del ciclo de talleres el martes 25 de julio de 2013.

martes, 4 de diciembre de 2012

Así veo cine en Aguascalientes

De la LV Muestra Internacional de Cine:

Liv & Ingmar (Liv & Ingmar), de Dheeraj Akolkar (Noruega-Suecia-Reino Unido, 2012).
"Tú eres mi Stradivarius". El instrumento del genio, genial y luminosa, memoria vivísima: la actriz Liv Ullman, el cineasta Ingmar Bergman. Cinco décadas de admiración que es amor que es dolor que es amistad que es amor. Doce películas creadas juntos -fragmentos elocuentes en asombrosa edición- que son la pauta de un magistral mediometraje documental: el mismo tono, el mismo ritmo, la fuga a los mismos paisajes grandilocuentes y tan cerrados, películas que se revelan entrañablemente -dolorosamente- cargadas de historia personal.

Berberian Sound Studio (Berberian Sound Studio), de Peter Strickland (Reino Unido, 2012)
La producción del audio de una película de terror que ES la película de terror. La elocuencia de los sonidos -el prodigio de su creación- que hace innecesarias a las imágenes para anticipar la historia ("este tipo puede hacer un OVNI con un foco"). El grito perfecto como el Santo Grial: maravillosos actores y actrices, screamers radiofónicos, siempre en big shot, siempre en el sepia de la luz artificial. La genial inexpresividad de Jones/Gilderoy, el tal vez falso final con la pantalla en blanco abduciendo la silueta del insoportable e indispensable productor, en el límite de la autoparodia de un filme clase B. Una película que será entrañable para todos quienes vivieron tantas horas en un estudio de grabación y edición.

De la LIV Muestra Internacional de Cine:

Amor (Amour), de Michael Haneke (Austria-Alemania-Francia, 2012).
Amor. Ella se desliza a la demencia, al deterioro físico total, y él sólo puede acompañarla, cuidarla, soportarla. Desconcierto e impotencia (él) frente a un rostro (ella) a ratos embellecido por una fugaz sonrisa, las ganas intactas de jugar y de cantar, de escuchar historias para ignorar el dolor, el miedo a la muerte. Dos octogenarios unidos por el oficio de la música, un largo camino juntos que ahora se quiebra. Amor: él logra sonreir, ella lo ilumina con su mirada, roza su mano. Amor: él cede a la fuerza de la vida que termina, y la acompaña en un abrazo definitivo. Amor: ella retorna fantasmal y al final del trajín en la cocina lo hace ponerse el abrigo para perderse en la calle, una noche eterna que no puede comprender la hija abandonada en el centro de una sala para siempre silenciosa. Amor.
Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes 2012, Premio Fipresci en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián.

La caza (Jagten), de Thomas Vinterberg (Dinamarca-Suecia, 2012).
Los niños siempre dicen la verdad. No: lo que dicen los niños construye la realidad. La inocencia perversa de una niña, ignorada por sus padres, celosa del maestro en el jardín de niños porque no juega con ella. Una frase incidental escuchada de su hermano adolescente y que ella en su enojo repite, desata la histeria de todo un pequeño pueblo rural: todos quieren creer en un abuso sexual, una historia que crece como un virus, aunque la niña insiste en que “fue una tontería, yo no quería que sucediera esto”. Si quieres creer algo, por orgullo -por cobardía- tienes que seguir creyendo, aunque sepas que no es verdad. Al final, aunque exonerado, él sabe que es una presa de caza ahora, el próximo año, el resto de su vida.
Premio a mejor actor (Mads Mikkelsen, “Lucas”) en el Festival de Cine de Cannes 2012. 

Gebo y la sombra (O Gebo e a sombra), de Manoel de Oliveira (Portugal-Francia, 2012).
Un ejercicio de longevidad creativa. Manoel de Oliveira ha cumplido 104 años. Otro genio que no se permitió envejecer. Una sencilla historia atemporal de amor a la familia y apego a los principios, una opresiva teatralización en sepia que es un prodigio de iluminación: pintura impresionista sobre la pantalla. Personajes sencillos atrapados en una vida mezquina, un triángulo vital construido con las piadosas mentiras del padre, el eterno llanto de la madre, la desolada espera de la nuera. Noches entregadas a pláticas vacuas, interminables cuentas de dinero ajeno con el que sólo se puede soñar. Y la lluvia incesante, y el frío insoportable, y esta noche que no termina...

Cosmópolis (Cosmopolis), de David Cronenberg (Francia-Canadá-Portugal-Italia, 2012).
El tedio del joven millonario encapsulado en su hiperconectada limusina, blindada a los golpes y al ruido de la calle, como “Crash” desde el lado interior de la destrucción. El lento tránsito con destino incierto a través de una ciudad cualquiera, en conmoción por las fluctuaciones del yuan que en una jornada evapora fortunas. El juego que todos juegan y que nadie gana: tecnología, dinero, sexo, tedio, que pronto se resuelve en la omnipresencia de las armas y la tentación de la muerte, propia y ajena. La protesta juvenil como deporte extremo, que sólo vale si la registran los paparazzi. La neurótica entrega en la trampa del neurótico asesino que sólo quería que lo salvara de la invisibilidad social. Sublime diálogo de David Cronenberg con la novela de Don DeLillo. Una fantasía retrofuturista en la que los diálogos avanzan más rápido que la realidad, anclada en espacios siempre sofocantes. Por decirlo de alguna manera.

César debe morir (Cesare deve morire), de Paolo y Vittorio Taviani (Italia, 2011).
Cuando descubrí el arte, esta celda se convirtió en prisión, dice Cosimo Rega al regresar a su encierro en la cárcel de máxima seguridad Rebibbia de Roma, luego del estreno de esta versión libérrima del "Julio César" de Shakespeare: el asesinato del tirano por sus amigos para salvar el poder imperial de Roma. Densos 75 minutos desde un magistral blanco y negro, con profusos big shots y una poderosa banda sonora, que les bastan a los Taviani para documentar el casting, los ensayos, la puesta en escena de un clásico del teatro, con una decena de intensísimos actores que se improvisan y se rehacen desde su propia experiencia delincuencial y carcelaria. La cumbre de esta Muestra.
Oso de Oro en el Festival Internacional de Cine de Berlín Berlinale 2012, Premios David di Donatello a mejor película, dirección, producción, edición y sonido de la Academia del Cine Italiano 2012.

De la LIII Muestra Internacional de Cine:

En un mundo mejor (Haevnen), de Susanne Bier.
¿El médico sin fronteras en un campamento de refugiados africanos definidos por la violencia, héroe blanco que enfrenta solo a un “señor de la guerra” para demostrar a su hijo 10 mil kilómetros distante que sí es un hombre con valor? ¿La violencia escolar nada inocente, que se expresa al otro lado del mundo con esos negros siempre en guerra que acuchillan a mujeres embarazadas para sustentar la apuesta sobre el sexo del nonato? ¿El niño que odia a quienes se dan por vencidos, que culpa a su padre porque no cumplió la promesa de que su madre se recuperaría del cáncer y porque le mentía al asegurarle que ella no sentía dolor? ¿La reconciliación matrimonial catalizada por el heroísmo del niño nerd, el inexpresivo niño odiador salvado del vértigo del suicidio que nunca sonríe pero finalmente llora porque extraña a su mami? Temas extraviados en un final feliz que le gustó a la “Academia” de Hollywood y le dio el Oscar a la mejor película extranjera. Película de autobús.

Confesiones en el diván (Mahler auf der couch), de Percy y Felix Adlon.
La majestuosa música de Gustav Mahler acompaña toda la historia: la pérdida del “punto central” -el adulterio de su muy joven esposa- del gran compositor alemán del anterior cambio de siglos, y el desconcierto desde la culpa reprimida que lo lleva a procurar un todavía balbuceante pero ya elocuente psicoanálisis con Sigmund Freud en Insbruck. Alma Malher, también compositora aunque no genial (“hubiera querido descubrirlo yo misma”), absorbida y alterada por la locura alrededor del maestro que todo lo impregna: “eres mi dios... ya soy parte de tu música, seguiré creciendo en ella, nada podrá separarme de ella”. Imágenes de romanticismo concentrado, paisajes abiertos al azoro del infinito, colores intensos pero crepusculares que prefiguran al impresionismo, ritmo contenido por los magistrales movimientos de la cámara, un excelente guión y una asombrosa edición. Magnífica.

El puerto de la esperanza (Le Havre), de Aki Kaurismäki.
Una historia sencilla de gente sencilla. Una sencilla historia de amor. Una historia sencilla que muestra cabos sueltos hacia otras historias sencillas, ocultas tras la plácida fachada de una vida cotidiana de barrio. Una historia incrustada, que no importa: un niño africano llega clandestino en un contenedor al puerto de Havre y quiere seguir a Londres para encontrarse con su madre; un bolero, viejo pero nunca vencido, con la complicidad de sus vecinos -la panadera, el verdulero, la cantinera, otro bolero vietnamita- y a pesar de la previsible mezquindad de otros, por fin lo pone con rumbo al otro lado del mar. Todo eso sobra. Una historia sencilla que vale porque da paso a un entrañable ambiente anacrónico, una inmersión apenas perceptible en la nouvelle vague que se convierte en inesperado homenaje al cine francés de los años 60, una historia en sepia. Premio de la Crítica Internacional en Cannes 2011. Una película rara.

El chico de la bicicleta (Le gamín au vélo), de Jean-Pierre y Luc Dardenne.
Pierde fuerza muy al principio y tiene un final mocho, lástima de tema: la paternidad ausente. La desesperada violencia de un niño impunemente abandonado por su padre, que además vende su bibicleta, presentada como su gran recurso de movilidad y libertad. El inexplicado compromiso de una también muy joven peluquera que de pronto ya es su madre sustituta. El previsible contacto con el dealer del barrio que dirige una banda de niños asaltantes. El anticlimático encuentro con el padre a quien el niño ofrece el dinero de su primer robo. La lenta huída hacia un horizonte cercanísimo y torpemente dibujado. Gran Premio del Jurado en Cannes 2011. Prescindible.

Había una vez en Anatolia (Bir Zamanlar Anadolu’da), de Nuri Bilge Ceylan.
Exterior. Noche. Desolados paisajes sólo alterados por las lejanas luces de un convoy policiaco que conduce al fatigadísimo asesino -y su fantasmal cómplice- que no recuerda el sitio donde enterraron el cadáver de su amigo. Diálogos triviales que se extienden por la noche plenilunar. La angelical aparición de una joven bellísima. "Podrías contarlo como un cuento de hadas", dice casual uno de los personajes. Una tensión dramática que se genera dentro de la película pero prende del otro lado de la pantalla, en la mirada del espectador. Un asombroso trabajo de iluminación. Los sonidos del campo nocturno como única música. Minuto 80. Exterior. Día. De hecho se inicia otra película: un juego de alusiones que entretejen una trama en el reverso de la historia. Fin súbito. Gran Premio del Jurado en Cannes 2011. Extraordinaria.

Fausto (Faust) de Aleksandr Sokúrov.
El principio es perturbador, y marca el tono: un cadáver sacado de su tumba es desgarrado para alimentar los conocimientos del Doctor Fausto, intelectual agobiado por el tedio y la necesidad de dinero, que de pronto se encuentra negociando con el Diablo pequeñas satisfacciones hasta escalar al deseo de una noche entera con una joven de extraña belleza. Una película grotesta, estridente, repulsiva, en una atmósfera medieval que (casi) apesta. Actuaciones increíbles. Con una majestuosa música wagneriana. El final de la tetralogía de Sokúrov sobre los grandes mitos es una majestuosa recreación del Fausto de Goethe, sobre la entrega de su alma y su fuga hacia la nada. León de Oro en la Mostra de Venecia 2011. Maravillosa.

Indiferencia (Detachment), de Tony Kaye.
Lo mejor de la Muestra. La podredumbre de la sociedad norteamericana que se incuba en sus escuelas. Estudiantes que sólo esperan escapar de ahí para continuarse en el fracaso o desvanecerse en el suicidio. Padres que sólo aparecen a gritos. La indiferencia de los maestros construída como un cinismo defensivo, desde una derrota vital que no termina de aceptarse. Héroes silenciosos que portan su propio caos y estallarán en el momento menos esperado. Un piano pianísimo conteniendo toda la historia, con la complicidad de un cello tristísimo. Escena final: la lectura de "La Casa Usher" de Poe entre las ruinas de un salón vacío. Una bofetada.

Elena (Yelena), de Andréi Zviáguintsev.
Será que estaba de plano distraído, pero me parece que la película terminó sin haberse iniciado. Una idea que nunca despega y termina en la nada: el millonario que se casa con su enfermera, que con su pensión mantiene a la familia de su huevón hijo; el millonario que muere de un infarto y ha decidido heredarlo todo a su irresponsable y desamorosa hija, y su esposa enfermera que oculta su testamento manuscrito y muda con ella a la familia de su huevón hijo. Premio Especial del Jurado en Una Cierta Mirada de Cannes 2011. ¿De veras estaba tan distraído?

viernes, 21 de septiembre de 2012

El Bodegón en el Foro Pyme


¡Acerque el arte y la cultura a su empresa!


Nosotros podemos diseñar y dirigir proyectos integrales para organizar en su empresa una actividad permanente de arte y cultura, en beneficio de sus trabajadores y sus familias: espectáculos de teatro y danza, conciertos, talleres artísticos, clubes de lectura, cursos y conferencias de iniciación artística, exposiciones de artes plásticas, etcétera, para públicos de adultos y de niños. ¡Forme en su empresa una compañía de teatro!

Abra espacios de comunicación alrededor del arte y la cultura -revistas, periódicos murales, carteles, sitios en internet y en las redes sociales- para crear en su empresa una comunidad que comparta noticias y textos que despierten la imaginación creadora e inicien otros temas de conversación. Nosotros lo hacemos posible.


Llene de imaginación su lugar de trabajo.

Haga más agradable la estancia en su empresa para sus trabajadores, clientes, proveedores y socios. Enriquezca el ambiente de su empresa con la presencia, el espíritu, la alegría del arte y la cultura.

Aguascalientes cuenta con muchos artistas de gran calidad, que producen obras -en renta o en venta- que pueden hacer más grata la estancia en las instalaciones de su empresa. Imagine la sensación de trabajar, atender a sus clientes y proveedores, reunirse con sus socios e invitados especiales, en un ambiente enriquecido por la presencia del arte plástico de Aguascalientes: dibujo, pintura, escultura, cerámica, textil, cartel, fotografía. ¡Lleve el arte de Aguascalientes a su empresa!


Gratifique a sus colaboradores con obras de arte y servicios culturales que los distingan y los hagan sentirse únicos.

En este fin de año, o en cualquier ocasión especial para su empresa, haga una celebración única que sea memorable para sus colaboradores y los llene de entusiasmo creador para iniciar un nuevo ciclo.

Inicie la fiesta con un espectáculo escénico especial, ¡invite a los artistas de Aguascalientes!: el teatro, la danza, la música, la literatura de jóvenes artistas que nos hacen ver de otra manera la realidad en la que trabajamos. Y en el momento de la rifa, ¿por qué no algo tan valioso que es único, exclusivo, como una obra de arte?


¿Es un gasto? Sí, es un gasto necesario para aumentar el bienestar y por tanto la productividad de sus trabajadores, que usted puede descontar de sus obligaciones fiscales. Pero, sobre todo, es una inversión, que en el corto plazo aumentará sus ganancias y desde el inicio dará a su empresa una imagen moderna y atrevida, de compromiso con sus colaboradores y con la sociedad.


¿Tiene usted otras ideas? ¡Hacemos posible la imaginación!

martes, 31 de julio de 2012

Empresas culturales

La primera generación del Diplomado de Industrias Culturales, en la Universidad de las Artes de Aguascalientes, presenta sus proyectos en una Feria Empresarial de Cultura este viernes 10 de agosto. Son el resultado de cuatro meses de conferencias y talleres de temas habitualmente ajenos al quehacer artístico y académico: planeación estratégica, mercadotecnia, finanzas, contabilidad... indispensables para dar forma y asegurar la sustentabilidad de una idea, una pasión convertida en empresa con sus estados financieros en orden. El lenguaje de los números, el único que entienden los posibles inversionistas.

En el inicio del diplomado, el 13 de abril, se mencionaron los únicos otros dos antecedentes en México, exitosos pues han permitido la creación de empresas culturales y la multiplicación de empleos estables: Jalisco y Morelos. Coincidentemente, el martes pasado el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes anunció la convocatoria al primer concurso -y probablemente el único, pues este sexenio termina y el próximo es incierto- de estímulos a las empresas culturales, en un país donde lo común es que estos proyectos son individuales o de parejas. México es el lugar 18 entre las “economías creativas” del mundo y el primero en América Latina, generando (en 2008) 5 mil 167 millones de dólares, dijo la presidenta de Conaculta, Consuelo Sáizar, que se refirió a “la cultura como motor del desarrollo económico de nuestro país”.

Se trata de “capital semilla” de un millón de pesos para diez proyectos de “creación, producción, enseñanza, distribución y venta de bienes y servicios culturales” registrados hasta el 14 de septiembre al correo electrónico creatuempresacultural@conaculta.gob.mx que evaluarán “especialistas en emprendimiento cultural”. Por cierto, una persistente promotora de la necesidad de aprender el diseño y la gestión de los proyectos culturales ha sido la doctora Lucina Jiménez, que ahora mismo convoca a un taller del 27 al 31 de agosto en La Nana (www.conarte.mx)

(Columna "De cultura", se publica el martes 7 de agosto en El Sol del Centro y otros seis diarios de Organización Editorial Mexicana).

martes, 1 de mayo de 2012

Artista empresario

Dos editoriales, alguna galería, un par de consejerías, varios espectáculos de artes escénicas y una agencia de información cultural resultarán del Diplomado de Industrias Culturales que organizan el Instituto Cultural de Aguascalientes y la Secretaría de Desarrollo Económico estatal, con el aval académico de la Universidad de las Artes.

La primera generación -que egresará en agosto- ha sido integrada por una veintena de creadores, intérpretes y promotores culturales, animados a transitar “De tu idea artística a tu empresa cultural”. La frase resume el propósito de esta iniciativa que replica ideas similares concretadas hace más o menos poco tiempo en los estados de Jalisco y Morelos, ahora con Aguascalientes los únicos tres del país donde se trata de dar forma a ese concepto todavía nuevo en México de “industria cultural”.

Una tarea difícil, cualquiera que sea el extremo desde el que se le aborde, porque implica contrariar desprecios mutuos muy arraigados. Así se notó desde el primer fin de semana del diplomado, con el instructor que se sentía obligado a afirmar que le gusta la cultura, que él también lee y hasta ha comprado algún cuadro, y el artista resistiendo al horrible principio de que debe pensar en mercados y ganancias, costos y clientes.

El diplomado quiere dar forma a empresas culturales, por tanto se propone crear empleos. Es decir, construir cadenas de producción que comprendan el ciclo completo, desde la imaginación de una idea hasta la puesta en escena (o en la pared de la galería, o en la mesa de novedades de la librería). Se procura la profesionalización y la especialización de los artistas, intérpretes y promotores participantes, de manera que cada uno se dedique a lo que sabe y le gusta hacer, sin distracciones en tareas que no le corresponden y para las que no está preparado. Y la valoración del propio trabajo, no sólo por el pago adecuado sino, algo habitualmente ignorado, por el respeto a sus derechos de autor y por tanto al uso de sus obras.

(Columna "De cultura", se publica el martes 8 de mayo en El Sol del Centro y otros seis diarios de Organización Editorial Mexicana).